¿PORQUÉ UNA NUTRICIÓN LIBRE DE DIETAS?

Nutrición libre de dietas

Durante años nos han enseñado a comer desde el miedo.
A temer a los hidratos, a la grasa, a las porciones.
A vivir la comida como una constante prueba que, si fallas, se traduce en culpa.

Las dietas prometen control, pero casi siempre generan desconexión.
Y cuando vivimos desconectadas del cuerpo, perdemos también el placer de nutrirnos.

La nutrición libre de dietas nace del deseo de reconciliarte con la comida.
De dejar de pelearte con el plato y de volver a mirar la alimentación como lo que siempre fue: una forma de cuidado, de placer y de vínculo contigo misma.

Aquí no hay listas prohibidas ni etiquetas de “bueno” o “malo”.
Hay escucha.

Hay observación.
Hay libertad acompañada de responsabilidad amorosa.

Cuando empiezas a comer desde el cuerpo, descubres que no necesitas tanto control.
El cuerpo no es el enemigo: tiene sabiduría, señales, ritmos y necesidades que se comunican si las dejamos hablar.

Comer con presencia significa notar el hambre antes de que sea urgencia.
Significa permitirte disfrutar de un alimento sin pensar si “deberías”.
Y también significa aprender a cuidarte sin caer en la autoexigencia.

Liberarte de las dietas no implica rendirte.
Implica confiar.
Porque solo cuando sueltas la lucha, puedes empezar de verdad a alimentarte.

Y poco a poco, el “qué como” deja de ser una cuestión de reglas externas,
y pasa a ser una conversación íntima contigo misma.

Ese es el cambio real: dejar de sobrevivir a las comidas para volver a disfrutarlas.

Siguiente
Siguiente

ALIMENTACIÓN COHERENTE, LO MÁS ALINEADO A TÍ